a Radio control 4x4 eléctrico en los Pirineos.
RUTA 109 Bianditz Dic-2010 Primeras nieves . 27-Nov-2010
Bianditz y paseo alrededores desde collado de Bianditz
translate<= English (machine translation Cien rutas de montaña por el Pirineo.

Ficha técnica. Emaxx Setup. Gasto de baterías: 2 Doble pack de duratrax 4200Mah / 4100 mas , 1 Lifepo 4500 mah Muelles de espiral roja Integy Tmaxx duros, dos anillos de precarga en los amortiguadores. Diferenciales bloqueados + 4 MIP Cvd en un lado - RPM brazos - Robinson Racing piñones. Neumáticos originales Traxxas preparados. Cajas diferencial aluminio Megatech. Aceite 30/40 en amortiguadores Bigbore con un agujero en pistón. Posición amortiguadores 1B. Servo Hitec 645MG. 2 Rx packs Nimh 6V * 1400 mah independientes para servo y ventilador. Tx pack 8 * 2500 Sanyo nuevas Nimh. Brazos de dirección RPM con rodamientos más grandes y sellados. Bieletas dirección aluminio. 2 MIP CVD delante. Robinson Racing diferencial... Bajos tapados con placa de Pvc 3 mm, incluidos brazos de suspensión y frontal mucho más ancho que el estándar. Disipadores de calor en aluminio para los dos motores Integy 45T en paralelo a maximo de 12V , ventilador adicional para aletas motor y variador electrónico. .

 

Bianditz Otoño 2010 , con coche de radio control .

 

Subida a Bianditz con un coche de radio control. Otoño 2010, primeras nevadas.

Excursión dominguera, de las que te dejan hacer un buen desayuno en casa a horas decentes y mirar luego por la ventana pensando, que tarde se ha hecho. Pero... y esta nieve.

 

No suele durar mucho a estas alturas, apenas 800 metros , así que como esta a apanas 12 Km de casa., decido cargar los trastos preparar la ropa adecuada y salir a por nieve.

 

Encuentro sitio en el mismo collado de Bianditz, hace mal tiempo, nevando ligeramente en medio de fuertes rachas de viento. Sensación térmica? , ni se sabe, mucho frío. Para andar con guantes gordos y cabeza cubierta.

 

Por fin tras poner el climatizador del coche a tope y coger algo de calor coloco las baterías, saco la antena de la emisora, y como siempre en este coche arranca suavemente y se pone en marcha. En estas condiciones seria francamente difícil poner en marcha y sobre todo ajustar un motor térmico, popularmente conocido como "de gasolina" de radio control.

 

 

 

radio control Emaxx

 

Comienzo de la subida

 

 

La subida esta bastante helada, lo que nos da una buen agarre a cambio de una huella ligera.

 

Estoy probando por primera vez unos neumático de invierno de gran tamaño, 175 Mm diámetro en vez de los 146 mm originales, y de un ancho un cm mayor, 99 mm.

 

A estos neumáticos, Proline Moab serie 40, se les ha añadido tirafondos de 3x15 desde la parte interna de la cubierta hacia afuera, unas cadenas en los traseros atornilladas directamente sobre los laterales de la llanta y unos perfiles en U cruzando en diagonal las cubiertas, y dispuestos de tal forma que lleven la nieve a la parte central del coche, acumulándola en el interior.

 

Sobre si es mejor apartar la nieve o meterla debajo es algo que tendré que probar más adelante. Por ahora pienso que acumulando nieve debajo el coche se levanta y apartándola hacia el exterior el coche tendría tendencia a hundirse.

Emaxx snow

 

Entre nubes grises y suelos bloancos.

 

No anda apenas nadie por esta zona a pesar de que es muy accesible, los domingos de buen tiempo y con nieve esto esta a rebosar de trineos, plásticos y artefactos para deslizarse sobre las pendientes que rodean el collado de Bianditz.

 

Mi perra Lyra, el coche de radio control y yo muy cerca, en esta imagen de soledad.

 

Vamos en segunda todo el rato, suspensiones con precarga a tope para que suban el chasis lo más posible, aquí no hacen falta amortiguadores.

 

El coche de radio control tal y como lo tengo preparado no pasa de 11 Km. por hora en segunda y de 5 en primera. En segunda velocidad y en cuesta arriba ya no le sigo, debo enviarlo unos metros hasta fin de alcance de emisora y luego llegar a el, o hacerlo andar más despacio, no se cansa como nosotros el jodío.

 

 

 

 

 

 

radio control monster truck

 

el sol

 

No parece muy animado hoy a acompañarnos en la ruta, por lo menos no tanto como las nubes.

 

A duras penas consigo arrancar alguna sombra de esta imagen, que además he tenido que editar para corregir la exposición. Las cámaras digitales se vuelven un poco locas cuando tratan de adivinar la solución al problema de luces y colores, no tengo tiempo de tirar en manual.

 

De repente entramos en una zona con la nieve más abundante y algo menos transformada que la anterior. Queda huella, el agarre es ahora excelente a cambio de un mayor consumo de batería.

 

Hay que subir primero y luego compactar con el peso del coche, 1,5 Kg por neumático aproximadamente, toda la nieve que se opone a nuestro avance.

 

Los neumáticos grandotes que estoy probando por primera vez van algo mejores que la anterior serie de invierno. 3.8 pulgadas de llanta ahora contra 3.2 antes. Flotan un poco más, agarran bien hasta pendientes de 25/30 grados con nieve transformada, mucho más en nieve dura o helada y lo mismo, es decir nada, sobre nieve polvo reciente.

 

Emaxx Biandutz

 

Llegada al bosque.

 

En un momento del paseo, no vamos a llamarlo ascensión a Bianditz, se encuentra una tramo de pista forestal de unos doscientos metros cortos de longitud y que se encuentra exactamente a la izquierda de esta foto.

 

Siempre me resultó aburrido andar ese corto cacho de llano y casi siempre he optado por la variante difícil, no podría ser de otra forma.

 

A la derecha de la pistilla hay una ligera elevación, no más de 15 metros, un bollo en la ladera que resulta mucho más atractivo para llevar un coche de radio control.

Con nieve es irresistible.

 

No resalta mucho el Emaxx en esta pendiente, pero ahí anda peleando con algunas rocas, buscando las curvas más suaves y las pendientes más ligeras.

Llegaremos hasta el cercado para ganado, en realidad limites de la propiedad municipal de Articutza, y tras seguirlo unos metros bajaremos de nuevo al sendero principal, ya lejos de la pista forestal.

 

 

Hacia la cima

 

Llegamos a lo alto de la elevación comentada, hay un par de sitios por donde bajar, uno rozando el vallado de madera y otro por la pendiente directa hacia la pista, con algún riesgo de volcado.

Estando la nieve más helada que blanda decido bajar arrimado al vallado, no demasiado. Es alambre de espino, al parecer no prohibido en esta comunidad.

 

El paso no tiene mayor dificultad que evitar acercarse al vallado y dar un pequeño aceleron para que el coche salte hasta el resalte inferior antes de que intente bajarlo.

 

llegando a los 800 m

 

Nieve a los 800, y mas abajo.

Solo quedan 45 metros de desnivel hasta la cima, y se suben caminando al lado de este vallado. Más o menos cerca pero siempre a la vista.

 

Aquí si necesitamos de toda la batería para avanzar, no por la pendiente, pero si por la huella, cada vez más costosa de abrir.

 

Los neumáticos, en esta primera prueba van algo mejor que los anteriores, más pequeños y con huella tipo tractor, en V sobre nieve blanda, pero el agarre es algo peor en nieve dura.

 

En fin parece que no es fácil conseguir un neumático bueno para todo tipo de nieve, al igual que no lo es encontrar uno bueno sobre barro y sobre roca.

Abriendo camino. Que esquís más anchos, pensaran algunos, y porque iba con las tablas tan separadas...

No es la primera vez que me encuentro gente comentando que se intrigaban al ver estas huellas, y que hacían todo tipo de conjeturas sin dar con la respuesta hasta que veían al coche..

 

 

sol y niebla, tambien nieve.

 

A punto de llegar al vértice que se encuentra en la cima de Bianditz el sol parece ganar la partida del gato contra ratón y se abre paso a través de los huecos, cada vez más amplios que se abren entre nubes.

 

Su calor derrite la nieve en las ramas de los árboles y evapora parte del agua, se levantan columnas en el valle. Antes de que reflejen ningún color, se las lleva el aire.

 

 

La cima

 

Estamos al lado de la cima, y de una escultura, con un tambor y unos palos y una cruz.

Seguimos con la fea costumbre de dejar trastos inútiles en las cimas. Ya no es suficiente una cruz como propuso el Papa en 1899. Ni muchas, como las que destrozan actualmente la cumbre del Ernio.

Ahora colocamos buzones, hachas y troncos, casetas, pájaros, reproducciones de castillos, cintas de colorines.

No son como la nieve, que se va en cinco días, quedan ahí para muchos años y para todos, nos guste o no.

 

Llegábamos al punto más alto, en el que se encuentra un vértice geodésico regente, que marcara 845 metros de altitud, o 844,67 metros quizás.

 

La nieve

 

Encontramos de nuevo la bajada hacia esa hondonada al final de la imagen. Donde de ven dos montañeros y un sendero.

 

Este descenso es para hacerlo con el seguro echado y libre, hasta 3 m por delante. No Serra necesario en ningún momento apianar al coche pero si que abra que pararlo cogiendo la cinta en un par de escalones de medio metro.

 

 

Encuentro arriba al lado del vértice otros dos montañeros que se han animado a apostar con el mal tiempo. Tienen un pequeño termómetro al lado de la columna del vértice que marca dos bajo cero.

 

Me entretengo charlando un buen rato con los dos, preguntando cosas acerca del coche, explicándoselo yo con gusto y sorprendiéndose ellos cada vez más. Menos mal que no me preguntó el precio.

 

Como van a sobrar baterías y volver con más de una en la mochila es casi como un feo pecado en esta afición sigo para alante, tormenta al frente, copos por todas partes que s meten en cualquier abertura que hayas dejado en la chaqueta o mangas.

 

Colores

 

Ya no va a cesar de nevar en lo que resta de recorrido, un paseo a altura cercano a la cima, copos cada vez más grandes y un poco de viento que va a hacernos sentir un poco incómodos, con ganas de llegar a abajo y sacudirnos la nieve que se cuela y pega por todas partes, bajo las gafas, en las botas, en el cuello.

 

Esta imagen me llama la atención y da buena cuenta de la sensación aquí arriba en medio de la ventisca.

 

La nieve se apelmaza en las carrocería del coche, ni quiero mirar cuanta nieve debe haber acumulada por la zona de amortiguadores, trapecios, diferenciales y ejes de dirección, solo espero que no lleguen a bloquear el giro de los servos si se convierte en hielo.

 

A veces me da la impresión de que la humedad en la esponja que hay dentro de los neumáticos se va a congelar, pero se me hace imposible pensar que con el movimiento continuo al que están sometidos y la compresión pueda llegar a helarse.

Sí me parece más fácil pensar que media hora parados a 6 o 7 bajo cero pueden terminar por congelar el interior y hacer la rodadura un tanto difícil.

 

 

Pedazo GR

 

Marca rojiblanca perteneciente al GR-121 , etapa 18 que une el collado de Aritxulegui con Irun.

 

Nos queda en el regreso aquel trozo de pista que mientras subíamos evitamos yendo al lado de la valla.

La nieve que sigue cayendo sin cesar se acumula rápidamente sobre las huellas anteriores y poco a poco las más débiles van desapareciendo.

 

El Emaxx anda muy bien, tan sobrado de baterías que aun nos dará para subir la ladera al lado contrario del collado de Bianditz al que nos dirigimos.

Esa parte, al otro lado del collado es algo más pendiente y dura que esta, y enlaza con una bonita cresta para bajar otra vez a la carretera quizás un par de Kilómetros después.

 

El color rojo aparenta una tonalidad fluorescente entre tanto gris y blanco.

 

Que ganas.

 

Desde luego que para vernos en esta situación y no maldecir demasiado nuestra suerte tenemos que tener algo más que afición al radio control.

No es que este en el mejor de los escenarios posibles pero aquí no parece disgustarme, ni siquiera importarme, demasiado. Saco la cámara de fotos nuevamente y hago a toda prisa unas fotos, antes que se moje el objetivo y se cuele la nieve por todos los recovecos de mi chaqueta impermeable.

 

Queda una corta pero deslizante bajada hasta el collado, y al otro lado, esa ladera que vemos en frente cubierta de nieve, nos espera ya para agotar las últimas baterías.

 

La ventisca arrecia, el Emaxx parece no enterarse y sigue su ritmo, y yo, a duras penas el suyo.